Segundo artículo dedicado a las obras del oeste de Manuel Gago.
El Pistolero Justiciero es una serie creada en 1951 por Gago para la editorial Magam con guiones de Pedro Quesada.
En aquella época las series del oeste estaban muy de moda y después de haber leído esta colección tiene toda la pinta de que su creación obedece más bien a puros intereses comerciales que a otra cosa, puesto que comparando con otras series del mismo dibujante, el nivel baja muchísimo.
La serie se compone de 12 ejemplares, debido al guión de la serie da la sensación de que tampoco da mucho más de si la historia, que ojo, siendo interesante y muy melodramática llega un punto que no queda otra que finalizarla.
Portada del número 1. |
La historia arranca con una banda de bandidos, en donde hay dos, que son padre e hijo, que van enmascarados, sus nombres son Logan y Jimmy Baker.
El hijo, a pesar de ser un bandido, roba diligencias sin matar a nadie, y el padre directamente es un mal bicho.
Por otro lado tenemos al sheriff del pueblo, George Campbell, que guarda un secreto, ya que hace muchos años en un ataque de celos fue a pegar un tiro a su novia, puesto que esta se había liado con su hermano, el hermano se puso en medio y accidentalmente le mata.
El tema es que esa antigua novia del sheriff, Lucinda, ahora esta casada con Logan Baker, y resulta que Jimmy Baker es en realidad sobrino del sheriff, por que cuando este mató a su hermano la tal Lucinda sale corriendo y se lleva al niño,
la verdadera madre de Jimmy murió al nacer.
Por otro lado Logan tiene una hija que esta enamorada de uno de sus pistoleros.
A partir de aqui se desarrolla una historia en donde Jimmy sale a tiros con el que creía que era su padre.
Jimmy Baker es acusado del asesinato de Lucinda, y de paso le cargan otro par de crímenes que no ha cometido y durante 12 ejemplares tenemos un lio de máscaras e identidades falsas que llega a ser algo confuso por que ya no sabes qué personajes saben quien es Jimmy Baker y quienes no tienen ni idea.
Los cinco primeros números a mi si me han gustado mucho pero después llegan a ser un pelín caóticos.
Estamos en una de las épocas en donde Gago estaba muy saturado y se nota bastante, pero lo que dije al principio, es una historia de entuertos familiares que una vez resueltos poco sentido tiene contiuarla.
De haberse escrito en los años 90 probablemente estariamos ante lo que ahora llamamos una novela gráfica, una historia autoconclusiva y enfocada así se podría hablar de un producto de calidad.
Si miramos las ataduras comerciales a las que estaba sometido el autor y que el mercado ya empezaba a estar saturado de tebeos del oeste, pues bueno, es algo discreto pero que para los completistas como yo no deja de tener su interés y que como por otro lado hay en el mercado una reedición muy asequible, merece la pena conocerla.
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