Si echamos la vista atrás, vemos que Rondador Nocturno ha sido un personaje que con los años se ha ido moldeando, al que le han puesto un origen y luego se lo han cambiado, y que ha tenido momentos, pocos, a mi modo de ver, de protagonismo dentro de la colección.
En esta colección, Jason Aaron ha sabido combinar esos elementos para mostrarnos lo que parece un cómic de aventuras, bastante fresco y ameno de leer, ahora falta por ver como se desarrolla la colección y si mantiene esta línea o al cabo de seis o siete números se combierte en un bodrio, cosa habitual con ciertas colecciones de marvel.
Repasando los orígenes del personaje:
Rondador Nocturno es uno de los mutantes que Charles Xavier recluta en el mítico Giant Size X Men #1.
La primera imagen que tenemos de este personaje es que es perseguido por una horda de aldeanos que le quieren linchar debido a su aspecto, similar al de un demonio, paradójicamente Rondador es católico y en un momento dado llega a ordenarse sacerdote, dando esto mucho juego a los guionistas.
Poderes aparte, vemos que es un personaje alegre, bromista y que hace muy buenas migas con Lobezno, digamos que son personajes complementarios.
El origen de este personaje es confuso, hijo de una gitana llamada Margali Szardos, es criado en un campamento de gitanos pero con los años se nos revela que en realidad es hijo de Mística y del diablo Azazel, siendo Margali una discípula suya.
Este personaje tuvo una serie limitada propia a mediados de los 80 en donde se hace un enfásis en otro aspecto característico de él, y es su afición a las películas de capa y espada, en especial las de Errol Flyn.
Durante una etapa fué miembro de Excalibur, el grupo de mutantes británicos y posteriormente vuelve a la Patrulla X.
Durante la serie Advenimiento, Rondador Nocturno muere... hasta que alguien decida resucitarle, cosa habitual en Marvel.
La serie:
Jason Aaron nos presenta a Rondador Nocturno en algo que parece el paraíso, un lugar bello y tranquilo, hasta que esa tranquilidad es rota por el demonio Azazel, el cual se presenta en el paraíso para robar todas las almas que puede.
De golpe y porrazo tenemos varios elementos claves del personaje:
La religión, Azazel y las espadas, puesto que a lo tonto nos pintan una historia de piratas interdimensionales.
Paralelamente a esto, en la mansión x aparecen unos diablillos llamados banfs, los cuales han llegado desde un portal que conecta con el paraíso en donde está Rondador Nocturno.
Esos diablillos ya salen en el nº 1 de Lobezno y los X Men, y teniendo en cuenta que el guionista es el mismo, es evidente que ha ido preparando el terreno durante un año y medio.
Ese portal es atravesado por un equipo de hombres x y aquí acaba el cómic.
Valoración:
Con ciertas reservas, por que insisto, a saber como evoluciona, parece una buena colección, en donde han sabido integrar elementos clásicos con otros más novedosos, da la sensación de que están intentando mantener a lectores de toda la vida evocando cosas de los años 80, y me parece una gran idea.
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